Hacer una lista de los beneficios de ejercitarse en la tercera edad es realmente osado, aquí va una modesta, esperando abarcar lo principal:
1. Reduce el riesgo de caídas.
2. Previene o mitiga las limitaciones funcionales (disminución de la movilidad que afecta las actividades diarias)
3. Es la terapia eficaz para muchas enfermedades crónicas como la hipertensión, enfermedad vascular periférica, diabetes, obesidad, colesterol elevado, osteoporosis, osteoartritis, claudicación, enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
4. Contribuye con la salud mental.
5. Disminuye el aislamiento social.
6. Mejora la función gastrointestinal
7. Estimula el sueño reparador.
¿Conoces alguna historia de inicio de actividad física en la tercera edad? Compártela comentando esta entrada. El tiempo perfecto para iniciar algo, es hoy.
Foto: quolness.com
Por Lic. Maira Prado, Fisioterapeuta.
@MairaPradoL