Las presiones del trabajo mal llevadas rápidamente entorpecen las relaciones en la familia: los hombres tienden a alejarse, refunfuñar y encerrarse en sí mismos mientras que las mujeres experimentan agobio, reacciones exageradas por cosa pequeñas y agotamiento en sí. En el medio se encuentran los hijos, quienes pueden llegar a sentirse culpables por la situación de conflicto. Un punto en común en esta dinámica son los hábitos de vida de las personas que experimentan estrés laboral: sedentarios, con trastornos alimentarios, alto nivel de exigencia en sus labores, dicen que si a todo… Manejar el estrés laboral es cuidar de ti y de tu familia.
1. Enfrente los problemas con actitud positiva.
2. ¡Duerma!
3. No se comprometa más de lo que pueda.
4. Aprenda a decir no.
5. Busque apoyo emocional.
6. Adquiera una mascota.
7. Salga de paseo.
8. Ríase.
9. Lea un buen libro.
10. Intégrese a la comunidad.
11. Motívese con metas alcanzables.
12. Use su creatividad.
13. Fomente y disfrute las amistades.
14. Concéntrese en el presente.
15. Disfrute junto a su familia.
Un punto supremamente importante: ¡haga ejercicio! 30 min, la mayor cantidad de los días de la semana posible. Si es en familia mejor: bajas el estrés, mejoras la percepción de ti mismo y de tu capacidad de resolver problemas, duermes mejor, formas músculos fuertes y resistentes a las actividades del día, mejoras tu capacidad de atención y concentración y la punta del iceberg para la familia es que creas lazos de comunicación en una actividad que les gusta a todos, donde puedes darte a conocer desde el disfrute, enseñándole a tus hijos que el trabajo se disfruta y la familia también. Si se puede gerenciar la vida.
@MairaPradoL
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